Editorial – Alianza News
La prioridad en las clínicas de diálisis son los pacientes: No a la proposición 23
Los votantes rechazaron rotundamente la Proposición 8 hace dos años y deben hacer lo mismo ahora con la Proposición 23. Los californianos dijeron que la prioridad en las clínicas de diálisis son los pacientes, luego el resto.
Se estima que hay más de 80,000 personas que dependen de alrededor de 600 centros de diálisis. Para tener un buen tratamiento diálisis el paciente necesita cuatro horas de diálisis, tres veces por semana. Durante ese tiempo están conectados a una máquina cuyo fin es remover el exceso de agua, solutos y toxinas de la sangre. Hace el trabajo del hígado. Hay gente, los más afortunados, es tan solo un tiempo en estas rutina, esperando un trasplante. Los menos, están el resto de su vida en esta rutina. La alternativa es la muerte.
Estos enfermos crónicos se hallan en una situación muy vulnerable.
Los estudios muestran que si pierde una sesión de diálisis al mes (o más) aumenta el riesgo de muerte en un 30%* en comparación con alguien que asiste regularmente a la diálisis. En comparación con alguien que marca 4 horas, 3 veces a la semana, aquellos que marcan por tiempos más cortos tienen un mayor riesgo de muerte. El mayor riesgo de muerte es 19% – si la diálisis está entre 31 y 2 a 4 horas de diálisis- y el 34% – por menos de 3 horas y media de diálisis. Esto equivale a perder 4 meses por año de su esperanza de vida.
Lo último que necesitan es estar en medio de un conflicto laboral entre un sindicato y dos empresas que abarcan el 72% de la industria. Tener la incertidumbre de que la clínica a la que está asistiendo ya no esté más allá.
Los propulsores de la Proposición 23, el sindicato SEIU-UHW West, cuentan con que la exigencia de tener un médico 16 horas al día observando cada paso que se da en la clínica va a mejorar la atención al paciente. Y que está al alcance económico de las empresas DaVita Inc. y Fresenius Medical Care, que tienen el 72% del mercado.
Es discutible el impacto de la presencia permanente del doctor, porque ya hay un médico administrativo a cargo y personal especializado en el tratamiento.
En cuanto al costo, en el área de la Bahía hay varios centros sin fines de lucro de Satelite Healthcare que tiene más de 40 clínicas de diálisis distribuidas en toda la región y sus vecindades. Es muy probable que algunas de ellas puedan verse perjudicadas financieramente ante el nuevo requisito.
Una clínica cerrada significa que un paciente debe recorrer más distancia para ser atendido en un hospital a un costo más alto del contribuyente, en un sitio que no está preparado físicamente -con suficientes máquinas- y distrayendo la atención de un personal que el requerido en otras más urgentes.
Entre los opositores a la medida están la Asociación Latina de Diabetes, Instituto de Salud de las Minorías, la Liga de Personas de la Tercera Edad, la Conferencia De California del NAACP y la Red de Organizaciones de Médicos Étnicos y las Asociación Nacional Médica Hispana. Además de varias asociaciones médicas. Todas tienen el interés del paciente por delante.
Nosotros también creemos que la persona en tratamiento es lo más importante. ¡Vote No en la Proposición 23!
Editorial Alianza News