Estados Unidos celebró el martes 8 de noviembre elecciones de medio mandato, donde aparte de renovar la totalidad de los 435 escaños de la Cámara Baja federal y un tercio de los 100 del Senado, se eligen gobernadores de 36 estados y multitud de cargos estatales y locales múltiples, con una asistencia masiva de electores con los resultados más reñidos que se han tenido en la historia de elecciones.

Los comicios se realizaron dos años después de la elección presidencial, que eligió a Joe Biden, y según datos del Proyecto de Elecciones de EE.UU un total de 45.816.687 personas han votado en persona, mientras que 25.352.378 lo han hecho por correo postal antes de este martes.

Los estados donde se ha registrado un mayor voto anticipado han sido Florida, Texas y California, con más de 5 millones de sufragios respectivamente.

CONGRESO INCIERTO

Un día después del cierre de los centros electorales, se tenían algunos resultados preliminares, pero la composición del futuro Congreso de Estados Unidos sigue en el aire, con contiendas clave tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado todavía por decidir.

Con un escrutinio lento se evitó que se alcanzasen las mayorías suficientes para declarar a un ganador en ninguna de las dos cámaras legislativas.

En el caso de la Cámara Baja, según las proyecciones de los principales medios estadounidenses, los republicanos llevan la delantera al haberse asegurado por lo menos 207 de los 218 escaños que necesitan para controlarla.

Los demócratas, por su parte, cuentan con 184 escaños, y más de una cuarentena está todavía por decidir.

Esta ventaja, además de que los conservadores vayan por delante en el escrutinio en varias de las contiendas aún por decidir, hace pensar en una probable victoria republicana en la Cámara.

En el caso del Senado, la situación está mucho menos clara: de los 100 escaños, los demócratas tienen asegurados 48 y los republicanos, 49. Los estados de Arizona y Nevada, que faltan por terminar el escrutinio, se decantan del lado progresista y conservador respectivamente, aunque todavía es temprano para declarar a un ganador en cualquiera de ellos.

El tercer estado en liza, Georgia, celebrará una segunda vuelta entre el candidato republicano y el demócrata el próximo 6 de diciembre, al no haber superado ninguno de los aspirantes el umbral del 50 % de los votos en la primera vuelta.

Para mantener el control del Senado, los demócratas necesitan lograr 50 escaños -el voto de calidad de la vicepresidenta, Kamala Harris, les garantiza así la victoria en las votaciones cuando hay un empate-, mientras que los republicanos, al no contar con ese voto de calidad, necesitan conseguir 51 escaños.

Al margen de la cámara legislativa, también quedan por definirse los ganadores en las Gobernaciones de Nevada, Arizona, Oregón y Alaska.

Las autoridades electorales locales ya han avisado de que el escrutinio podría alargarse aún varios días más, especialmente en el caso del Senado. (Con información de EFE NEWS)