El testimonio de José Hernández, un joven de 32 años, desde el Centro de Detención de Mesa Verde, ilustra la existencia de casos de discriminación racial y maltrato dentro de las cárceles, afectando principalmente a quienes exigen mejoras carcelarias.

Sin embargo, con represalias y confinamiento en solitario buscan silenciar cada una de estas voces, cuyas detenciones consideran fueron arbitrarias y racistas por parte de las autoridades y fuerzas del orden, simplemente por tener un color de piel y condición legal diferentes.