Una docena de protestas en diversas ciudades de Estados Unidos, impulsados por diversas organizaciones, para pedir a la Casa Blanca que tome medidas inmediatas para cerrar los centros de detención del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y que recorte el financiamiento a ICE y CBP en el presupuesto de 2024, empañaron las celebraciones por el 20 aniversario de ICE.

Las protestas se sintieron incluso en el mismo Washington D.C. en donde organizaciones como United We Dream y Detention Watch Network, explicaron que sus pedidos se basan en que ICE tiene un presupuesto anual de aproximadamente 8.000 millones de dólares; explicaron que los legisladores le confirieron una combinación “única de autoridades civiles y penales” para fortalecer la seguridad pública, con lo que “se convirtió rápidamente en una poderosa y sofisticada agencia federal de aplicación de la ley”.

El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), fue creado el 1 de marzo de 2003 como consecuencia de los atentados del 11 de septiembre de 2001, desde entonces ha acumulado en estos 20 años fuertes críticas sobre su gestión.

ICE es el encargado de detener y deportar a los extranjeros que violan las leyes de inmigración, y se ha convertido en una de las agencias de seguridad más temida por los inmigrantes, especialmente por aquellos que no tienen estatus legal.

María Cristina García, profesora de Historia de la Universidad de Cornell en Nueva York, dijo que aunque los indocumentados siempre han sido vulnerables, desde el 9/11 este grupo «ha estado sujetos a un escrutinio aún más intenso» en el país.

Para Miguel Tinker Salas, profesor de Historia y Estudios Latinos del Pomona College en California, explicó que agencias como el ICE o la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), también creada en marzo de 2003, se han usado para «politizar aún más el tema de la inmigración».

Pone de ejemplo el apoyo que el sindicato del ICE dio a Donald Trump (2017-2021) durante su campaña presidencial de 2016, convirtiéndose en uno de los pocos grupos laborales que respaldó al republicano en ese entonces.

Tinker Salas considera que el mayor problema del ICE, y en general del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) creado en noviembre de 2022, es «la concentración de poder».

ICE SIN DIRECTOR

Para las dos últimas administraciones de gobierno ICE también se ha convertido en un dolor de cabeza, que no han logrado que el Senado de EE.UU. confirme a un director desde enero de 2017.

El alguacil del condado de Harris (Texas), Ed González, declinó en junio del año pasado su nominación como director del ICE después de más de un año de esperar para ser ratificado en el puesto.

La agencia también ha sido nombrada en un buen número de demandas federales que la han acusado de prácticas discriminatorias.

El último lunes un juez federal en Tennessee aprobó un acuerdo en el que el Gobierno de Estados Unidos pagará 1,17 millones a decenas de inmigrantes latinos capturados durante una redada en una planta de procesamiento de carne en abril de 2018.

Actualmente el ICE encara otra demanda en una corte federal de California por hacer que sus agentes se hagan pasar por policías locales para entrar a las casas de los inmigrantes que son buscados.

Los arrestos de extranjeros en las cárceles locales generaron un movimiento que llevó a ciudades dirigidas por demócratas a declararse «santuario de inmigrantes» y restringir la colaboración entre los cuerpos locales de policía y la agencia federal. (Con información de EFE)