Cada día podemos ver y conocer casos de violencia doméstica, una secuela que se ha enraizando mucho en algunas familias, pero también vemos un tipo de violencia que convierte en vulnerables a nuestros niños y niñas. Hablamos de la violencia sexual infantil.
En muchas de las ocasiones quienes están en el entorno de los menores, como primos, tíos, abuelos y hasta maestros, aprovechan del poco conocimiento de un niño o una niña, que no sabe distinguir entre una caricia sana de otras que no lo son para someterlos a vejámenes.
Precisamente para detener este tipo de violencia y el abuso infantil e intrafamiliar se ha creado hace algún tiempo el proyecto “Hagamos juntos, hagámoslo ahora” bajo la promotoría de Rosita Villanueva, líder comunitaria con amplia experiencia en la prevención de este tipo de violencia, quién asegura que la mejor manera de desterrarla es con la prevención.
“Nosotros creemos fielmente que la forma más cercana de parar la violencia sexual infantil es la prevención. Un niño que sabe cómo funciona su cuerpo, que puede identificar una caricia sana, de otra que no lo es, venga de quien sea, es un niño que puede sentirse seguro de sí mismo y puede rechazar una caricia o un toque si es inapropiado”, explica la promotora Rosita Villanueva.
Con la prevención formaremos un niño o una niña que está empoderado y el mismo será capaz de prevenir ser abusado, además sabrá a quien dirigirse para pedir ayuda en caso de que lo necesite.
Rosita Villanueva explica que la prevención es posible si los padres tenemos una comunicación abierta con nuestros hijos, si hablamos honestamente con ellos, con las palabras adecuadas, con la realidad; solo así será posible que ellos conozcan cómo funciona su cuerpo y como cuidarse adecuadamente.
“Una de las soluciones para terminar con la violencia doméstica, especialmente en los niños y adolescentes es hablar honestamente de nuestro cuerpo, hablar de cómo funciona, eso es prevención, que va a marcar la diferencia entre ser parte de la estadística de abusos o de pararlo”, enfatiza nuestra entrevistada.
TESTIMONIOS
Durante la conversación con Alianza Metropolitan News sobre el abuso infantil e intrafamiliar, Villanueva recordó que se involucró más en este proyecto “Hagamos juntos, hagámoslo ahora” por el abuso sexual que sufrió una compañera y la revelación del caso de abuso que vivió su propio hermano.
“Dentro del proyecto tuvimos a una de mis compañeras que había sido abusada sexualmente en su infancia. De este modo, yo me involucré con el tema, sin saber que en mi propia familia también existía esta situación de violencia infantil contra mi hermano, quien fue abusado cuando tenía 5 años”, narró.
Ambos casos fueron el empuje para que Rosita Villanueva trabaje en prevenir a otras personas, para que no solamente se queden como víctimas, sino para evitar que otras familias pasen por este dolor.
HAGAMOS JUNTOS, HAGAMOSLO AHORA
Desde el momento de su formación como promotora, Rosita Villanueva junto a sus compañeras, desarrollaron el tema del abuso infantil bajo el concepto de “Hagamos juntos, hagámoslo ahora”, como una manera de decirse a sí mismas de que ya es tiempo de hacer algo y juntos en favor de los demás, evitando que otras personas, otras familias, otros niños, sean víctimas de este abuso.
Felizmente, para este trabajo contaron con el apoyo del Instituto de Promotoras Visión y Compromiso, que promueve iniciativas sociales, tiene ese amor por el prójimo. En donde te enseña primero a identificar tu talento, después a darle un nombre y luego a darle forma y desarrollar una profesión o verla como una profesión.
“Antes este trabajo me apasionaba y no recibía ningún sueldo, pues ahora hago lo que me gusta, y encima me pagan, quedó enamorada, además de que tuve el privilegio de ser el primer grupo del Instituto de Promotoras de Visión y Compromiso”, comentó.
Visión y Compromiso es una organización sin fines de lucro, que permite ver un problema para enfocarse en la solución de ese conflicto y trabajar desde allí, sumando esfuerzos para salir adelante.
“Principalmente se tiene una escucha activa, donde los agraviados pueden ser sinceros, sobre todo con ellos mismos. Oírlos sin ser juzgados y encontrar ayuda si así lo requieren, se ofrece también acompañamiento a quienes lo desean. Es un paso grande para quienes están pasando por depresión y ansiedad y que quizás aún no se han dado cuenta de que necesitan ayuda”, explica.
PROPUESTAS
La promotora comunitaria, Rosita Villanueva, desde el desarrollo de “Hagamos juntos, hagámoslo ahora”, nos comparte algunas propuestas para terminar con la violencia doméstica, como el contar con más ayuda profesional de terapistas y consejeros que hablen español, considerando que el 51% de la población de California habla únicamente español.
“Sabemos que tenemos alrededor del 10% de terapeutas bilingües. Entonces, si estamos hablando de una crisis, se hace una necesidad de que los terapeutas o psicólogos, o quien se dedique a tratar la salud mental, tenga la posibilidad de ser bilingüe, porque se ayudará intima e integralmente a las personas”, afirma.
Además sugirió que los profesionales de la salud mental deban estudiar otros idiomas, considerando que muchos en California no hablan inglés, pese a ser el primer idioma del país.
“Entonces al tener estas crisis, estos abusos, estas situaciones de violencia nos vemos atrapados en situaciones de diálogo, y esa es la situación en la que deberíamos trabajar más arduamente porque se necesitan profesionales bilingües”, recalca.
Otra de las propuestas del proyecto “Hagamos juntos, hagámoslo ahora”, es educar a los pequeños de la casa, conversando abiertamente de temas sexuales, de su cuerpo, para que sepan enfrentar cuando se les presente algún tipo de acoso evitando convertirse en víctimas.
“Cuando tenemos un hijo bien instruido y educado sobre las partes de su cuerpo, difícilmente van a ser engañados y van a tener ese potencial para decir esto sí y esto no, Por eso es que tiene que ser fuerte el vínculo de los padres con los hijos”, finalizó.
Este artículo es parte del proyecto periodístico sobre la violencia doméstica en la comunidad latina y cuenta con el apoyo y generosidad de bluefield of California Foundation.