Una prórroga del presupuesto por 45 días obtuvo la Administración de EE.UU. por parte del congreso, lo que permitirá que haya flujo de dinero en las agencias gubernamentales hasta mediados de noviembre y también mantener los fondos para la recuperación de desastres naturales.
Con la aprobación de esa prórroga en el financiamiento, en la que no se incluyen nuevos fondos para Ucrania ni tampoco para la frontera, la administración Biden debe asumir el reto de mantener la ayuda a Kiev, un compromiso de la Casa Blanca y la mayoría republicana, con una oposición de los aliados trumpista en la Cámara Baja
Para ello habrá de nuevo tropiezos con el «Freedom Caucus» (Bancada de la libertad), afín al expresidente Donald Trump y que mantuvo en vilo la financiación de las arcas federales hasta el último momento.
Una de sus miembros, la representante Marjorie Taylor Greene, es quien más ha criticado al presidente Joe Biden por otorgar fondos de emergencia para la guerra en Ucrania.
Sin embargo, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, reiteró tras la aprobación de la medida de emergencia de anoche la necesidad del apoyo por el tiempo que sea necesario a Ucrania «frente a la bárbara» guerra del presidente de Rusia, Vladímir Putin, para promover la seguridad nacional de Estados Unidos.
«Es vital que mantengamos la asistencia económica que ha desempeñado un papel clave para permitir la valiente resistencia de Ucrania», agregó Yellen en un comunicado.
La secretaria recordó que los aliados y socios han intensificado sus compromisos económicos por «decenas de miles de millones de dólares» y trabajan en conjunto con Ucrania para un manejo «eficaz» de esos fondos.
Una de las mayores críticas de los republicanos opuestos a esa ayuda es que se está entregando un cheque en blanco a Ucrania sin verificar el uso que se está dando a esos fondos.
Biden por su parte dijo que había tiempo «suficiente» para llegar a acuerdos y urgió al Congreso a trabajar «de inmediato» tras firmar en las últimas horas la ley que proporciona asignaciones para el año fiscal a agencias federales hasta el 17 de noviembre.
Sin embargo, otros de los grandes escollos será el tema migratorio. Los demócratas tendrán que seguir luchando contra los límites que los republicanos quieren poner a programas de asilo y recortes a todas las partidas, excepto a la de seguridad fronteriza.
Por lo pronto la Bancada Hispana del Congreso aplaudió que esos asuntos no fueran incluidos en la medida de emergencia aprobada por ambos partidos al considerar que no pueden usar a los «inmigrantes como palanca política». (Con información de EFE).