Apenas 10 días trascurrieron del tiroteo en un supermercado en Búfalo (Nueva York) en el que perdieron la vida diez personas en un ataque con motivaciones racistas, nuevamente a consecuencia de un tiroteo masivo 21 personas, 19 de ellos menores, fueron asesinadas en una escuela de Uvalde (Texas), donde el 90 % del alumnado es latino.

Aunque hasta el momento no se conocen las motivaciones que tuvo un pistolero de 18 años para acabar con la vida de 19 niños y dos maestras al interior de la Robb Elementary School de Uvalde, podemos afirmar que se trata del tiroteo más letal en Estados Unidos en lo que va del presente año.

El autor del tiroteo, identificado como Salvador Ramos, quien fue abatido durante el enfrentamiento con la policía, 15 minutos antes escribió un mensaje de Facebook que se disponía a disparar en un centro escolar, previamente lo hizo contra su abuela dejándola gravemente herida, informaron las autoridades.

El gobernador texano Greg Abbott explicó que además de los 21 muertos hay 17 heridos por este suceso, tres de ellos agentes de Policía, aunque no es de gravedad. Asimismo detalló que el arma usada por el asesino fue un rifle AR15, y que, por lo que se sabe, el joven no tenía antecedentes penales ni un historial de problemas mentales.

VIDAS TRUNCADAS.

Mientras la policía e investigadores continúan trabajando por resolver las causas del tiroteo masivo en la Robb Elementary School, las dos maestras hispanas identificadas junto a varios niños de diez años, nos dejan una enseñanza en este camino de la docencia.

La profesora de educación especial en el colegio Robb Elementary, Eva Mireles, de 44 años, siempre creyó en las posibilidades de salir adelante de aquellos niños de sufren de síndrome de Down, e hizo «todo lo posible» para ayudarles en su educación como confirmó una madre de familia.

Mireles, que llevaba 17 años ejerciendo de docente, estaba casada con un agente de Policía de Uvalde, con quien tenía una hija en común.

La otra maestra fallecida es Irma García, con 23 años de docente en el centro escolar, según testimonio de su hijo, ella se erigió en escudo humano para proteger a sus estudiantes durante el tiroteo. Estaba casada y con cuatro hijos, fue finalista en 2019 junto a otros 18 profesores del área de San Antonio (Texas) del premio de la Universidad Trinity a la excelencia en la enseñanza.

SONRISAS Y MUCHA ENERGIA

El primer alumno en ser identificado públicamente por su familia fue Xavier López, de diez años de edad. Él junto a su madre, estuvieron horas antes del fatídico martes, en una ceremonia de entrega de premios. López fue un niño divertido, que jamás estaba serio y cuya sonrisa nunca podrá olvidar, comentó su madre Felicia.

También tenía 10 años Amerie Jo Garza, cuyo padre, Ángel Garza, tras el tiroteo había colgado un mensaje en Facebook en el que pedía ayuda para encontrar a su hija. Luego actualizó su mensaje en la red social indicando que la pequeña «ya había sido encontrada» y estaba «volando con los ángeles en el cielo».

Otra de las víctimas mortales fue José Flores, de 10 años, cuyo tío, Christopher Salazar, dijo a los medios que a su sobrino le encantaba jugar al béisbol e ir a la escuela, y que amaba a sus padres. «Era un niño pequeño muy feliz. Disfrutaba riendo y pasándolo bien», aseguró.

La misma edad tenían otras víctimas identificadas hasta ahora: Rogelio Torres, Makenna Lee Elrod, Tess Marie Mata, Ellie García, Jayce Carmelo Luevanos, Alithia Ramírez y las primas Jackie Cazares y Annabelle Rodríguez.

Entre los fallecidos también fue identificada Jailah Nicole Silguero de 11 años de edad, cuya madre escribió en su cuenta de Facebook que los abuelos de la niña la esperaban en el cielo con los brazos abiertos. Asimismo Uziyah García, cuya muerte fue confirmada por su abuelo, Manny Renfro; y Eliahana Cruz Torres, a quien su abuelo describió como «una bonita niña con mucha energía».

TERCER TIROTEO

El ataque de hoy es el tercer tiroteo en un centro escolar más mortífero de la última década, después del suceso en 2012 en la escuela de Sandy Hook en Newton (Connecticut), donde murieron 26 personas; y el de 2018, en el instituto secundario Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida), donde fueron 17 los desaparecidos.

Visiblemente afectado, el presidente de EE.UU., Joe Biden, en un discurso a la nación, tras saber del tiroteo, se preguntó cuándo su país se plantará ante el «lobby» de armas.

“Como nación nos tenemos que preguntar cuándo en el nombre de Dios vamos a enfrentarnos a los grupos de presión a favor de las armas, cuándo en el nombre de Dios vamos a hacer lo que en el fondo sabemos que hay que hacer”, lamentó Biden.

El mandatario insistió en la necesidad de convertir «el dolor en acción» y tener la «valentía» de enfrentarse a dichos grupos de presión: «Por cada padre, por cada ciudadano de este país, tenemos que dejar claro a cada cargo electo de EE .UU. que es el momento de actuar», repitió. (Con información de EFE)