Para dialogar sobre una gran variedad de temas, incluidos derechos humanos, cambio climático, la pandemia de la covid-19, comercio y seguridad en Asia, la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, realiza una visita por ese continente.

La democrata Nancy Pelosi, como parte de su gira incluyó una visita a Taiwán, pese a las advertencias de China, para «apoyar» la democracia de la isla ante las «amenazas» que sufre por parte de Pekín.

«Al viajar a Taiwán, honramos nuestro compromiso con la democracia y reafirmamos que las libertades de Taiwán y de todas las democracias deben respetarse», afirmó en un artículo publicado por el The Washington Post tras llegar a la isla.

Pelosi aterrizó a las 22.43 hora local (14.43 GMT) en el aeropuerto Songshan de Taipéi, donde comenzó una visita contra la cual Pekín había anunciado represalias.

La líder de la Cámara Baja defendió que Estados Unidos debe «apoyar a Taiwán», a la que tildó como una «democracia vibrante y robusta» que «está bajo amenaza».

Nancy Pelosi criticó que en los últimos años «Pekín ha intensificado de forma dramática la tensión con Taiwán», con el aumento de operaciones aéreas en la zona, ataques cibernéticos contra agencias taiwanesas e intimidaciones contra países que cooperan con la isla.

«Ante la agresión del Partido Comunista Chino, la visita de nuestra delegación del Congreso debe verse como una declaración inequívoca de que Estados Unidos apoya a Taiwán, nuestro socio democrático, mientras defiende su libertad», dijo.

No obstante, Pelosi reiteró que su viaje «de ninguna manera contradice» la posición de Estados Unidos sobre Taiwán, que desde 1979 apoya la política de «una sola China» y se opone a la independencia de la isla.

Subrayó que «la solidaridad de Estados Unidos con Taiwán es más importante hoy que nunca», no solo por los 23 millones de habitantes de la isla, sino también para «los otros millones de oprimidos» que hay en China.

En ese sentido, citó la «brutal represión» en Hong Kong, la «campaña para borrar la identidad» del pueblo tibetano y el «genocidio» contra uigures musulmanes en Xinjiang.

VISITA POR ASIA

La visita de Nancy Pelosi, es la primera que realiza un presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU. a Taiwán desde 1997, cuando el republicano Newt Gingrich visitó la isla. El recorrido también incluye paradas en Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón.

La demócrata viaja acompañada de cinco congresistas, entre los que destaca el jefe del comité de Exteriores de la Cámara Baja, Gregory Meeks. Como presidenta de la Cámara Baja, Pelosi es segunda en la línea de sucesión a la Presidencia después de la vicepresidenta Kamala Harris y, cuando viaja al extranjero, lo hace entre grandes medidas de seguridad, por ejemplo usando un avión militar.

PROVOCACION

El Gobierno chino ha dejado claro que percibe el viaje como una amenaza, en ese sentido, el portavoz de la Cancillería, Zhao Lijian, avisó que el gigante asiático «responderá con firmeza» y EE.UU. tendrá que «asumir todas las consecuencias» que surjan de la posible visita de Pelosi.

La Casa Blanca ha respondido criticando la retórica de China, que considera «innecesaria» y «de poca utilidad», sobre todo después de que Biden reiterara esta semana a su homólogo, Xi Jinping, que la política de Washington hacia Taiwán no ha cambiado.

Taiwán es uno de los mayores motivos de fricción entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de un eventual conflicto bélico con China.

China reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas. (Con información de EFE)