En el marco del nuevo plan migratorio anunciado por Estados Unidos, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, en inglés)  abrió el último viernes el proceso para que cubanos, nicaragüenses y haitianos puedan solicitar un permiso humanitario para entrar legalmente a EE.UU., como lo hacen los venezolanos desde octubre del año pasado.

El subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración en el DHS, Blas Núñez Neto, confirmó que USCIS ya tiene a personal «entrenado y listo» para acoger solicitudes de ciudadanos de Cuba, Nicaragua y Haití y aseguró que el sistema tiene capacidad para tramitar 30.000 permisos mensuales.
Como se recuerda, Estados Unidos anunció que aceptará dicha cantidad de migrantes al mes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, expandiendo así un programa por el que ya concede actualmente permisos humanitarios a venezolanos.

Núñez Neto precisó que el proceso lo tiene que empezar el patrocinador en EE.UU. y que una vez que esté confirmado por las autoridades estadounidense entonces pueden iniciar los trámites los posibles beneficiarios.
El responsable del DHS hizo hincapié en que una vez culminadas todas las gestiones y con una autorización de viaje por parte de EE.UU., los beneficiarios deben comprar su propio pasaje a territorio estadounidense.
Con el permiso humanitario, los afectados podrán residir en EE.UU. por dos años con permiso para trabajar.

DEPORTACIÓN

En paralelo, Estados Unidos expulsará «de inmediato» a México a los migrantes de esos países que intenten cruzar a su territorio de manera irregular y sin permiso.

Funcionarios de alto rango de la Administración del presidente Joe Biden, explicaron que quienes sean deportados al país vecino del sur por cruzar la frontera de manera irregular no podrán acceder a los permisos humanitarios, ni tampoco podrán solicitarlo aquellos que lleguen «ilegalmente» a Panamá y México.

Asimismo, Estados Unidos quiere triplicar «el reasentamiento de refugiados» procedentes de otras partes del continente en el año fiscal 2023 y acogerá a hasta 20 mil personas provenientes de naciones de Latinoamérica y del Caribe.

Según datos del propio gobierno, en la mayor parte de diciembre las detenciones y expulsiones de migrantes en la frontera sur de EE.UU. fluctuaron entre las 7.000 y las 9.000 diarias, lo que supone una media de 8 mil al día.

Los funcionarios detallaron que la motivación de estas medidas es el «nuevo patrón migratorio» que se está dando en la frontera, por «la inestabilidad política, económica y política en todo el mundo está alimentando algunos de los mayores niveles de migración», no vistos desde la Segunda Guerra Mundial.

En este contexto, EE.UU. ha visto en su frontera sur números récord en décadas de migrantes que tratan de cruzar irregularmente, «motivados en su mayor parte por un nuevo éxodo sin precedentes de migrantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela», dijo uno de los funcionarios. (Con información de EFE)