Aumento radical del hambre en Estados Unidos

Alianza News

Por Manuel Ortiz

SAN FRANCISCO- A pesar de que en los Estados Unidos existe una industria gigantesca de productos alimenticios, el hambre sigue siendo un tema incómodo que no solo no se ha erradicado del país, sino ha aumentado estrepitosamente debido a la pandemia por COVID19, según los especialistas que participaron en el foro virtual Hambre en América, efectuado por la organización con sede en esta ciudad Ethnic Media Services (EMS).

Según Ami McReynolds de Feeding America (Alimentando América), antes de la pandemia de COVID19, había en el país 37 millones de personas que estaban en una situación de riesgo alimentario, y después de la cuarentena, ese número aumentó a 54 millones. Esta cifra incluye a 18 millones de niños y niñas.

De acuerdo con McReynolds, la situación actual “esta es una consecuencia del racismo sistémico”, pues quienes se encuentran con mayores deficiencias alimenticias son comunidades afroamericanas e hispanas.

Los expertos aseguran que los bancos de comida y asociaciones civiles son esenciales para combatir la emergencia, pero el problema está intrínsecamente unido a la pobreza y a la falta de seguridad económica. Para el Reverendo David Beckam, de la asociación Bread for the World, la meta de toda lucha contra el hambre en los Estados Unidos debería ser el dotar a las personas de condiciones de auto sustentabilidad para que puedan de la pobreza.

Beckam aseguró que la discriminación y persecución de migrantes es un punto muy importante para el combate al hambre, “pues a menudo no se benefician de programas de apoyo por miedo a ser deportados. El ambiente político en nuestro país ha hecho más difícil atender de manera eficaz a las personas más necesitadas”. En el caso específico de los migrantes, el Reverendo sostuvo que “ellos no están pidiendo apoyo, lo que necesitan es trabajo para poder mantener a sus familias”.

La preocupación por combatir el hambre no solo se limita al acceso de los alimentos, sino también a la calidad de estos. Las sociedades modernas experimentan la desnutrición de una manera distinta a lo que se ha vivido en el pasado. El aumento en el consumo de alimentos procesados ha hecho que muchas personas padezcan de una condición paradójica, tienen sobrepeso, y a la vez, están desnutridos.

Desafortunadamente, la comida más barata y accesible es la de peor calidad nutrimental. La comida rápida, las bebidas endulzadas, los panes y bocadillos empaquetados, todos estos productos son mucho más accesibles que verdura y fruta fresca, así como las carnes magras.