La violencia doméstica se convirtió en una epidemia dentro de la pandemia

Por Mariana Phipps

Alianza News

Al implementarse órdenes de quedarse en casa para frenar la propagación de la pandemia de coronavirus muchas personas encontraron seguridad dentro de su hogar pero otras no.

En un instante, las víctimas de violencia doméstica en todo el mundo se aislaron con sus abusadores, lo que provocó que los informes de violencia doméstica aumentaran en un 35% en los Estados Unidos, según la Organización Mundial de la Salud. Con el aislamiento social y el estrés de lo desconocido, la pandemia de coronavirus comenzó a generar situaciones peligrosas en el hogar donde la violencia nunca antes había mostrado su rostro. La violencia doméstica se convirtió rápidamente en una epidemia dentro de la pandemia.

El abuso en las relaciones se trata de control y poder; un abusador puede usar muchas herramientas para ejercer control sobre una víctima. Según la Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica, las parejas abusivas pueden ejercer poder de maneras tales como evitar que las víctimas busquen atención médica si muestran síntomas, compartir información errónea sobre la crisis de salud para asustar a sus víctimas e incluso retener las necesidades que las mantendrían a salvo, como desinfectantes o desinfectantes para manos.

Estar en cuarentena junto con un abusador elimina la privacidad necesaria para que las víctimas se comuniquen con recursos como la Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica, la línea directa de texto Love Is Respect o incluso a los refugios locales. Esta puede ser una situación increíblemente peligrosa.

En abril, países como España, Francia y el Reino Unido comenzaron a agregar una vía para las víctimas en forma de una palabra clave secreta. La palabra clave “MASK 19” se implementó en farmacias de toda Europa. Se capacitó a los farmacéuticos para que siguieran un protocolo para notificar a las autoridades de manera segura y discreta. Las farmacias se convirtieron en uno de los únicos negocios esenciales abiertos en todo el mundo, convirtiéndose en la oportunidad perfecta para que los sobrevivientes busquen refugio.

El abuso en las relaciones se trata de control y poder; un abusador puede usar muchas herramientas para ejercer control sobre una víctima. Las víctimas son siempre vulnerables y nunca se sabe qué vía podría salvarles la vida.

Fue necesaria una pandemia mundial para que la sociedad abriera los ojos sobre la relevancia de la violencia doméstica, pero es un problema que afecta a personas en todas partes.

América Latina

En América Latina, el temor es que la violencia contra las mujeres que ya era prevalente se exacerbe aún más. La región ha sido testigo de grandes marchas y huelgas de mujeres durante el último año contra la agresión y el abuso.

En algunos países, como México y Brasil, ha habido un aumento en las denuncias formales de abuso, mientras que en otros, como Chile y Bolivia, ha habido una caída en las denuncias formales. Los fiscales y ONU Mujeres dijeron que esto último probablemente no se debió a una disminución de la violencia, sino a que las mujeres eran menos capaces de buscar ayuda o denunciar abusos a través de los canales normales.

Muchas llamadas provienen de vecinos que escucharon peleas en otras casas. Ha habido un aumento en los casos de “violencia digital” y recientemente mujeres que buscan simplemente escapar. Hay muchas mujeres pidiendo consejos sobre cómo salir de casa y llevarse a sus hijos sin que la pareja luego quiera llevárselos por medios legales.

Organizaciones contra la violencia doméstica en California

Si usted o un ser querido está experimentando violencia doméstica y necesita ayuda, puede ir a www.cpedv.org/domestic-violence-organizations-california y usar el mapa para encontrar su línea directa local o llamar a la línea directa nacional contra la violencia doméstica al 1-800-799-SAFE (7233) o TTY 1-800-787- 3224.

Si bien la Asociación de California para Acabar con la Violencia Doméstica no brinda servicios directos, pueden ayudar a los sobrevivientes a encontrar programas locales que puedan brindar asistencia. Están disponibles de lunes a viernes de 8:30 a.m. a 5:00 p.m., en el (916) 444-7163. info@cpedv.org.