Funcionarios en el condado de San Mateo han solicitado al gobierno federal y al estado de California priorizar a residentes de East Palo Alto y otras comunidades de bajos ingresos para recibir la vacuna contra COVID-19, pues han sido de las zonas más afectadas por el virus SARS-CoV-2.

Y es que, muchos trabajadores esenciales con bajos salarios viven en dichas áreas, por lo que es necesario que el gobierno local, estatal a y federal se centre en mejorar la calidad de las personas que se arriesgan diariamente para que todo avance.

Cabe señalar que East Palo Alto tiene una de las tasas de casos positivos de COVID-19 más altas del condado, pero también la proporción más baja de residentes que han recibido la vacuna, pues menos del 12 por ciento de las personas que viven en la ciudad, predominantemente latina, han recibido al menos una dosis de la vacuna.

Y es que, si bien la ciudad se encuentra cercana a corporaciones millonarias, las desigualdades estructurales han afectado para que la brecha en diversos sectores se amplíe cada vez más en comparación con otras partes del condado, dijo en su momento el concejal Antonio López. 

«Aún hay dos lados en el Área de la Bahía: uno con acceso instantáneo e inmediato a los recursos básicos, y el otro luchando por descubrir cómo mantener a su familia a salvo», precisó.

Y es que, los residentes de bajos ingresos a menudo enfrentan desafíos adicionales para vacunarse, pues, entre otros problemas, la falta de conectividad a Internet les limita para inscribirse en las citas o simplemente la falta de transporte dificulta el acceso a un lugar de vacunación.

Además, los inmigrantes indocumentados que viven en East Palo Alto, donde el 40 por ciento de la población nace en el extranjero, desisten de la idea de inmunizarse, debido a la creencia de que puedan tener problemas con autoridades migratorias y sean deportados.

En ese sentido, funcionarios del condado de San Mateo trabajan con una clínica comunitaria local, Ravenswood Family Health Center y otras organizaciones confiables para informar a los residentes de East Palo Alto sobre la vacuna e inmunizar a aquellos que son elegibles, dijo el subdirector del condado Justin Mates.

«El condado de San Mateo reconoce que las desigualdades persistentes que afectan a las comunidades con mayor exposición al COVID-19 también contribuyen a las barreras para llegar a todos los que son elegibles para vacunarse», dijo Mates en un comunicado. 

El condado de Santa Clara ha abierto grandes sitios de vacunación en comunidades afectadas y ha ido de puerta en puerta para informar a los residentes que la vacuna es segura, gratuita y disponible independientemente del estado migratorio.

Sin embargo, el condado de San Mateo aún no ha abierto un gran sitio de vacunación en East Palo Alto, ni ha establecido clínicas móviles en el área, aunque los funcionarios locales están considerando la estrategia, dijo David Canepa, presidente de la Junta de Supervisores del Condado de San Mateo.

El mayor problema, precisó el funcionario, ha sido que el estado no está proporcionando un flujo suficiente o constante de dosis de vacunas a los condados y los funcionarios locales luchan por planificar con anticipación para llevar el suministro en constante cambio a los brazos de la gente.

En ese sentido, apuntó que ante la reciente aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. –FDA, por sus siglas en inglés–, la cual sólo requiere una dosis, las cosas podrán cambiar, y permitir que dichas inmunizaciones estén dirigidas a los trabajadores de primera línea como los de East Palo Alto.