San José está de luto por la irreparable pérdida de las nueve personas que fueron asesinadas durante el tiroteo del miércoles 26 de mayo. La capital del ‘Silicon Valley’ o Valle del Silicio no se recobra del dolor y las preguntas sobre el control de armas de fuego siguen sin respuestas.

Las autoridades del Condado de Santa Clara, California, mediante diferentes comunicados han informado que diez personas murieron, incluido el pistolero, durante un tiroteo en una instalación de la Autoridad de Transporte del Valle de Santa Clara, por sus siglas en inglés, VTA.

La policía de San José y los alguaciles de la oficina del Sheriff del Condado de Santa Clara respondieron al tiroteo entre Younger  y San Pedro, en las instalaciones de la Autoridad de Transporte del Valle de Santa Clara (VTA). Foto por Manuel Ortiz, Alianza News P360P.

Durante la conferencia de prensa ofrecida por las autoridades locales, Russell Davis, portavoz de la Oficina del Sheriff del Condado de Santa Clara, dijo que la investigación se centró en el 101 West Younger de San José, un centro de mantenimiento y despacho del VTA.

Davis informó que la policía comenzó a recibir llamadas al 911 aproximadamente a las 6:34 de la mañana, cuando las fuerzas del orden llegaron al lugar de los hechos encontraron a las víctimas que fueron baleadas por el asesino.

Laurie Smith, sheriff del condado de Santa Clara, dijo que los agentes ingresaron al edificio cuando el tiroteo continuaba y la rápida intervención de las fuerzas del orden evitó más muertes. Foto por Manuel Ortiz, Alianza News P360P.

Gavin Newsom, gobernador de California,  estuvo presente en la conferencia de prensa y plantea serias preguntas para toda la nación. «¿Qué diablos está mal con nosotros?, ¿Hasta cuándo vamos a enfrentarnos a esto?», decía con voz firme pero desconcertado por lo sucedido. Foto por Manuel Ortiz, Alianza News P360P.

Las nueve víctimas eran trabajadores del VTA, tenían entre 29 y 63 años de edad y fueron identificados como Abdolvahab Alaghmandan de 63 años; Adrian Balleza, 29; Alex Fritch, 49; José Hernández III, 35; Lars Lane, 63;Michael Rudometkin, 40; Paul Megia, 42; Taptejdeep Singh, 36 y Timothy Romo, 49. Foto por Rossana Drumond, Alianza News.

Es importante reconocer que las nueve víctimas del tiroteo en San José eran trabajadores esenciales que lucharon día a día llevando su labor y servicio a toda la comunidad durante la pandemia del Covid-19.

Como referencia, el VTA es un servicio de transporte público que opera servicios de ómnibus y trenes en el Condado de Santa Clara y emplea alrededor de 2,000 trabajadores.

El pistolero  Samuel James Cassidy de 57 años, era un trabajador de mantenimiento del VTA, armado con dos pistolas semiautomáticas abrió fuego contra sus compañeros de trabajo asesinándolos sin piedad. Según las autoridades locales en las primeras investigaciones aparentemente Cassidy seleccionó a los que disparó y a los que se interpusieron en su camino.

Cabe mencionar que el tiroteo masivo es el flagelo de la violencia armada en los Estados Unidos. Según el Archivo de Violencia con Armas

https://www.gunviolencearchive.org desde enero hasta la fecha hay un incremento del 23%  en las muertes por violencia con armas de fuego y más de 7,500 personas han sido asesinadas por esta causa en los Estados Unidos. El tiroteo masivo de San José es el número 232 de este año 2021.

En referencia a los asesinatos masivos, es necesario recordar y jamás olvidar que el 28 de julio de 2019, ocurrió el tiroteo masivo en el Festival del Ajo de Gilroy, a solo 30 minutos de San José. Según los informes de la policía, el atacante mató a tres personas e hirió a otras 17 antes de suicidarse tras un tiroteo con las fuerzas del orden. Hasta la fecha los investigadores no han determinado los motivos que tuvo el atacante para terminar con la vida de tantos inocentes, el asesino fue identificado como Santino William Legan, de 19 años.

Por otra parte, la mayoría hemos escuchado que el Presidente Joe Biden ha manifestado su preocupación junto con varios políticos, diciendo que es tiempo de actuar firmemente a nivel nacional con reformas, leyes para el acceso y compra de las armas de fuego.

Sin embargo, el estado de Texas hace caso omiso al peligro de cualquier tiroteo masivo y muy pronto los tejanos podrían portar pistolas sin un permiso y con pocas restricciones por medio de un proyecto de ley que sería firmado – sin que le tiemble la mano – por el gobernador Greg Abbott. Por lo menos otros otros 20 estados de la Unión Americana tienen leyes similares. 

Mientras no exista un control en el acceso y compra de armas de fuego todas y todos estaremos en peligro. No podemos vivir de buenas intenciones y palabras, sino de hechos y realidades que garanticen la seguridad pública.