El racismo, es un tipo de discriminación contra un grupo de personas con características distintas; se expresa a través del odio, sentimientos de superioridad y una marcada necesidad de mantenerla aislada o separada del resto dentro de una comunidad.
Lamentablemente todas estas características las podemos encontrar en la reciente tragedia que golpeo a la comunidad negra de Búfalo (Nueva York) en el que fallecieron diez personas y tres resultaron heridas, y en el injustificado tiroteo en una iglesia en Laguna Woods (sur de California) que dejó un muerto y cinco heridos.
Masacre racista
El último sábado, en la ciudad de Búfalo tuvo lugar el suceso más grave ocurrido durante este año, un tiroteo con marcadas connotaciones xenófobas por parte de un joven blanco de 18 años de edad contra una minoría racial.
El responsable del tiroteo fue identificado como Payton S. Gendron, quien se trasladó en coche desde Conklin, una localidad a 320 kilómetros al sureste de Búfalo, donde vivía con sus padres, hasta el aparcamiento del supermercado Tops. Llegó fuertemente armado, equipado con un chaleco antibalas y un casco militar con una cámara que estaba transmitiendo en vivo la acción a través de la plataforma Twitch.
Irrumpió en el supermercado de Búfalo y disparó indiscriminadamente matando a diez personas, casi todas negras, en lo que parece ser un ataque xenófobo. Según el testimonio policial, Gendron en el estacionamiento del centro comercial mató a tres personas antes de entrar al lugar y continuar con la masacre. Entre las víctimas mortales está un vigilante armado, un expolicía, que intentó detenerlo sin éxito.
“Tras el primer ataque, Payton Gendron, planeaba seguir matando, incluso habló sobre la posibilidad de ir a otra tienda”, explicó el comisario de policía de la localidad, Joseph Gramaglia.
Las autoridades están investigando lo sucedido como un ataque terrorista y un crimen de odio de acuerdo con un documento de 180 páginas que, al parecer, el joven dejó escrito con sus planes.
«Iba a subirse a su coche y a continuar conduciendo por la avenida Jefferson (donde se encuentra el supermercado Tops) y seguir haciendo lo mismo», agregó el comisario Gramaglia.
Tiroteos mortales
El tiroteo del pasado fin de semana, guarda similitudes con el ocurrido el 23 marzo de 2021 que dejó un saldo de diez muertos en un supermercado de Boulder, en el estado de Colorado. También con el ocurrido el 16 de marzo del pasado año en Atlanta, en el estado de Georgia, donde un atacante mató a ocho personas en tres salones de masajes asiáticos de la ciudad sureña.
Ese tiroteo también tuvo connotaciones xenófobas al estar dirigido contra una minoría racial y fue calificado como «crimen de odio».
En Estados Unidos, son miles los muertos que cada año dejan los incidentes con armas de fuego, calificados e investigados como crímenes de odio y extremismo violento por motivos raciales. Según la base de datos de la organización gunviolencearchive.org, hasta el 15 de mayo del año 2022 habían muerto un total de 15.934 personas por armas de fuego.
De ellos, 7.024 corresponden a homicidios, asesinatos y asesinatos involuntarios y 8.910 suicidios. A ellos hay que sumar 13.064 heridos en los incidentes.
Respecto a tiroteos, como el ocurrido en el supermercado Tops, en lo que va del año ya han perdido la vida 50 personas en 9 incidentes.
El más mortífero ocurrió el 1 de octubre de 2017. Ese día Stephen Paddock, un hombre de 64 años, disparó desde la habitación del hotel en el que se encontraba contra los asistentes a un concierto country en Las Vegas (Nevada) y mató a 59 personas antes de acabar con su vida.
Uno de los aspectos más dramáticos de esta violencia relacionada con las armas de fuego es la muerte de niños. Según la fuente citada, durante 2022 han muerto 15 menores de once años y 258 resultaron heridos. En cuanto a los adolescentes la cifra de fallecidos fue de 476 niños en la edad comprendida entre 12 y 17 años y el de heridos fue de 1.181.
Entre las razones para explicar la abundancia de estos incidentes y su abultada lista de muertos en Estados Unidos, hay la gran tolerancia y facilidad para adquirir armas de fuego en muchos estados del país, incluidos subfusiles y armas de asalto.
Una cultura de las armas justificada por buena parte de la población, puesto que es un derecho amparado por la segunda enmienda de su Constitución. (Con información de EFE)