La Federación Americana para los Niños (AFC) puso en marcha recientemente el Programa de Líderes Hispanos en Educación, con el objetivo de conectar a educadores y activistas con las mejores herramientas educativas entre diferentes estados ofreciendo una forma más efectiva de aprendizaje para los latinos.

El programa será un «recurso para empoderar a los padres, estudiantes, maestros y promotores con información sobre una amplia variedad de opciones educativas disponibles de alta calidad, así como estrategias para ayudar a nuestra comunidad a lograr el éxito académico», dijo Valeria Gurr, fundadora y directora de asuntos externos de la AFC.

«De Florida a Nebraska, de Arizona a Pensilvania, los hispanos y las familias de color a menudo están atadas a escuelas de deficientes debido a disparidades socioeconómicas. Sufren en un sistema educativo con bajas expectativas académicas, falta de apoyo instructivo, sobrepoblación e incluso deficiencias culturales», señaló la organización.

En ese sentido, la AFC dio inicio a este programa en la conmemoración del Mes de la Herencia Hispana en el país «para motivar a los padres y familias a mejorar la educación para todos los niños», explicaron.

«Encuestas recientes muestran que sólo el 42 % de los estadounidenses tienen algún grado de satisfacción con la educación K-12 (de preescolar al duodécimo grado). Esto, aunado a las dos décadas de progreso académico borradas por la pandemia, ha generado un movimiento para poner a los niños primero», dijo Gurr.

Explicó que el nuevo programa ayudará a expandir las opciones escolares al abogar por iniciativas políticas, motivar a la comunidad y promover los derechos de los padres en la educación.

El comunicado citó datos de la Evaluación Nacional para el Progreso Educativo (NAEP) según los cuales los niveles de aptitud en lectura en Estados Unidos sufrieron la peor caída en más de 30 años y la habilidad en matemáticas vio si primera disminución desde la década de 1970.

La caída fue mucho peor para las minorías, que vieron una disminución de 13 puntos en matemáticas para los estudiantes afroamericanos y de 8 puntos para los hispanos. Las minorías de bajos ingresos estuvieron en una desventaja aún más acusada debido a los cierres prolongados de escuelas y periodos más largos de aprendizaje remoto.

«Por demasiado tiempo, la comunidad hispana ha sufrido en educación como resultado de las disparidades económicas, estatus migratorio o generacional y una falta de conocimiento del sistema académico estadounidense», anotó Gurr. (Con información de EFE).