Quizás en algún momento habrán visto películas de ciencia ficción en las que un científico loco logra inventar algo para controlar el cerebro de las personas y, de este modo, tener poder sobre sus acciones como si fuesen robots. Claro que el nivel de tecnología demostrado en estas películas es inmensamente avanzado y quizás hasta imposible. Lo que tal vez no sepan, es que actualmente tenemos tecnología que, efectivamente, ¡nos permite controlar los cerebros!
Esta tecnología se llama optogenética, y aunque no podamos controlar un cerebro como si tuviéramos control remoto, nos permite tener acceso a grupos específicos de neuronas y encenderlas o apagarlas manualmente. Esta tecnología consiste en iluminar un área específica del cerebro con luz azul para controlarlas: al encender la luz las neuronas se activan, y al apagar la luz las neuronas se desactivan. Para que esto funcione, las neuronas tienen que haber sido modificadas genéticamente para que reaccionen de este modo a la luz azul. Por lo tanto, esta tecnología por el momento solo es usada en animales por medio de investigaciones científicas. Para los amantes de los animales, no se preocupen, el procedimiento para alterar las neuronas se hace desde antes de nacer y la luz azul no proporciona choques eléctricos que lastimen a los animales. Simplemente que las neuronas ahora responden a la presencia de esa luz en particular.
Esta tecnología fue inventada en el 2005, y desde entonces ha permitido que avancemos nuestro entendimiento del cerebro inmensamente. Imaginen, ¡poder manipular neuronas aun cuando el animal está vivo! Es como llegar a una casa nueva y tratar de descifrar la función de los apagadores de luz. En una casa podemos asumir que, lo más lógico, es que los apagadores correspondan a la habitación en la que se encuentra o el aparato que esté más cercano: la sala, el baño, la cocina, y el moledor para la basura en el fregadero. Sin embargo, la única forma en la que podemos estar seguros de la función de un apagador es simplemente encender y apagar. Si presiona un apagador y se enciende la luz de la cocina, “¡Aha! ¡Este apagador controla la luz de la cocina!”. Y esto es precisamente lo que la optogenética les ha permitido hacer a los científicos, “¡Aha! ¡Este grupo de neuronas controla el movimiento del hocico!”. Claro que los apagadores del cerebro no son tan directos y simples, pero gracias a la optogenética la ciencia ha podido aumentar la comprensión de una multitud de enfermedades neurológicas y comenzar a investigar la posibilidad de revertirlas. Y por supuesto que les va a tomar aún mucho tiempo para entender cómo funcionan todas las conexiones de ese órgano tan complejo llamado cerebro, pero con estos asombrosos avances en tecnología sabemos por dónde empezar y tenemos grandes esperanzas para el futuro.
Rocio Olvera es estudiante de doctorado en neurociencia en la Universidad de Reno, Nevada. Graduada con licenciatura en Psicología de la Universidad Estatal de Sacramento, California.