El Gobierno estadounidense, a través del Departamento de Seguridad Nacional, estudia, caso por caso, para extender los permisos para los miles de
refugiados ucranianos que entraron en el país a través de la frontera con México.
Tras la invasión rusa de Ucrania y el comienzo de la guerra, miles de ciudadanos volaron a México con el objetivo de cruzar al país por la frontera sur. A los ucranianos que cruzaron la frontera a pie se les otorgó solo un año de permanencia legal con un permiso temporal («parole») de dos años.
Según datos ofrecidos por el Departamento, en las primeras semanas unas 20.000 personas entraron después de que se decidiera no aplicar sobre los refugiados ucranianos el conocido como Título 42, una norma que autoriza, de manera temporal, la expulsión de extranjeros por razones sanitarias.
Esta situación cambió después de que Joe Biden presentara un programa formal para que los ucranianos desplazados pudieran volar a Estados Unidos directamente si tenían patrocinadores estadounidenses. Un programa conocido como «Unidos por Ucrania» por el que han llegado unos 118.000 ucranianos.
A estos se les otorgó un permiso de permanencia temporal de dos años, mientras que a los cerca de 20.000 que entraron por la frontera solo se les autorizó a estar un año, por lo que algunos de los permisos están a punto de expirar.
Según explicó el portavoz del Departamento, Angelo Fernández Hernández, Estados Unidos considera que «siguen existiendo razones humanitarias urgentes, así como un beneficio público significativo, para extender la libertad condicional de ciertos ucranianos y familiares caso por caso». (Con información de EFE)