Por Rossana Drumond
Alianza News
El próximo 8 de noviembre es una fecha decisiva en la vida política de Estados Unidos. Los hispanos que vivimos en este país tenemos que entender que al emitir nuestro voto en las elecciones, no sólo cumplimos con un deber cívico que no podemos eludir, sino que también estamos demostrando nuestro poder e influencia como comunidad al lanzar un claro mensaje con nuestro voto que a nosotros se nos respeta.
Otro aspecto vital que se debe tomar en consideración, es que tenemos que salir a votar con conocimiento y responsabilidad de lo que vamos a decidir. No podemos llegar a las ánforas de sufragio sin saber por quién vamos a votar o por qué vamos a marcar a favor o en contra de determinadas propuestas legislativas. Debemos estar bien informados y enterarnos sobre el plan de gobierno de cada candidato porque son temas que nos involucran.
En las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, se estima que alrededor de 27 millones de latinos estamos habilitados para votar. Sin embargo, se proyecta que sólo 13 millones acudiremos a la urnas. Soñar no cuesta nada pero que bueno sería convertirlo en realidad que el 8 de noviembre salgamos masivamente a votar, que tomemos la decisión de hacer una gran diferencia y que se escuche nuestra voz, con palabras y con hechos.
El único “idioma” que los políticos contestan, conocen y temen es el voto. Con una multitudinaria asistencia para votar no sólo detendremos al oportunista de turno Trump, sino también, envíaremos un claro mensaje a todo el país por medio del voto.
Asimismo, los políticos, todos ellos ansiosos de poder, aún los que se muestran encantadores y llenos de promesas, nos tendrán todo el respeto que nos merecemos. Y desde ese momento, los aspirantes a algún puesto político antes de decir una palabra o hacer una ley que afecte a nuestra comunidad lo tendrán que pensar muy bien. ¿Por qué? porque seremos una comunidad con poder electoral, con millones de latinos que ejercen uno de los mejores derechos: El VOTO.
Los informes revelan que en Estados Unidos vivimos casi 53 millones de latinos, las proyecciones indican que ese total aumentaría a más de 86 millones para el 2035 y casi a unos 128 millones en el 2060. Es bueno que nuestra comunidad crezca pero ese crecimiento tiene que ir acompañado de mayor educación, mejor representación política y más participación electoral.
Sí para el 8 de noviembre nos gana la apatía política, si nos gana el “no puedo ir, no tengo tiempo, que otros voten por mí ”, entonces no hay que quejarnos de nuestro futuro y el de nuestros hijos.
Amigas y amigos, por medio del VOTO vamos a elegir al próximo Presidente de este país, los representantes políticos y las leyes que nos gobernarán. Esta es una gran oportunidad, no la desperdiciemos ¡SI SE PUEDE Y VAMOS A VOTAR!
Por ello y mucho más, hay que sonarle la alarma al “Gigante Dormido”, ¡es hora de despertarse!