Frente a la escasez de leche en fórmula infantil en Estados Unidos, el Gobierno de Joe Biden anunció la última semana nuevas medidas para abastecer el mercado ante la difícil situación que viven los padres en distintos estados del país y terminar con el reto por conseguir alimento para sus bebes.

El presidente estadounidense ha autorizado al Departamento de Defensa a usar los contratos que tiene con aerolíneas comerciales para importar leche en polvo desde cualquier lugar del mundo. Exigió a los proveedores que dirijan los recursos necesarios a los fabricantes de productos para lactantes antes que a cualquier otro cliente que pueda haber pedido ese bien.

“Ordenar a las empresas que prioricen y asignen la producción de los principales insumos para la leche de fórmula infantil ayudará a aumentar la producción y a agilizar las cadenas de suministro”, señala un comunicado de la Casa Blanca.

Debemos recordar que una medida similar adoptó Estados Unidos durante la pandemia de coronavirus para traer material sanitario ante la grave crisis vivida en el país.

La escasez de fórmula infantil afecta a millones de familias estadounidenses que buscan alimentar a sus recién nacidos provocando un alza en los precios, mientras los comercios minoristas han limitado las ventas para evitar el acopio. Los más afectados con esta situación son particularmente aquellas familias de bajos ingresos.

LA CRISIS

Las familias en todo Estados Unidos, hace cuatro meses viven de cerca la crisis por el desabastecimiento de las fórmulas de alimentación para bebés, situación que sigue agravándose, sin que exista una fecha exacta para su culminación a pesar de las medidas dictadas por el gobierno.

En el mes de abril, el 40 % de las existencias de fórmulas para bebé habían desaparecido a nivel nacional, según la firma Datasembly. Eso representó un crecimiento del 29 % en el desabastecimiento desde marzo en más de 11.000 tiendas en todo el país, provocando el aumento de los precios del alimento disponible.

La falta de fórmulas para bebé comenzó en febrero con el cierre de la planta de producción de la firma Abbott Nutrition, en Sturgis, Michigan, y el retiro del mercado del producto. A esta situación le siguieron los problemas sanitarios en los alimentos que produce esta fábrica después de que cinco bebés mostraron infecciones de cronobacterias según el informe de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

La firma Abbott es dueño de Similac, una marca muy popular, y también es el mayor proveedor de fórmula infantil para los programas estatales para familias de bajos ingresos. La empresa, que espera reanudar pronto las operaciones en Sturgis, tras los acuerdos con el gobierno estadounidense, ha recurrido a embarques adicionales desde su fábrica en Irlanda para encarar la escasez.

Mientras que Reckitt Benckiser Group, que produce la fórmula Enfamil, indicó que opera sus fábricas siete días a la semana para abastecer el mercado. Dos de las mayores cadenas de farmacias como son Walgreens y CVS limitan la venta a tres productos de fórmula para bebés por compra.

La suspensión de operaciones en Sturgis y el retiro del mercado de los productos resultaron en aumentos de precios, y algunos vendedores en eBay incluso ofrecen la fórmula a 120 dólares por contenedor.

DECLARAN EMERGENCIA

Frente al aumento excesivo de precios, equivalente al 10 % o más por encima del precio habitual de un producto, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, declaró este domingo el estado de emergencia para frenar la subida de los precios de la leche en polvo para bebés

“Esta orden ejecutiva de emergencia nos ayudará a tomar medidas enérgicas contra cualquier minorista que busque capitalizar esta crisis subiendo los precios de este bien esencial. Nuestro mensaje para las madres y las familias que luchan es simple: nuestra ciudad hará todo lo que esté a su alcance para ayudar durante este período desafiante”, dijo a través de un comunicado.

En el mismo comunicado Anne Williams-Isom, vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos de Nuevaa York expresó que “la escasez de fórmula infantil en todo el país está perjudicando a los padres y las familias de nuestra ciudad en un momento en que todavía nos estamos recuperando de la crisis de los últimos dos años”.

OTRAS ALTERNATIVAS

Como parte de las alternativas de solución frente a la escasez de fórmula infantil, las autoridades han recomendado que los padres de familia se pongan en contacto con el pediatra que atiende a sus bebés para consultas, asimismo que se evite darle al bebé la fórmula compuesta para atender infantes de más de 12 meses de edad, y otra es que eviten la multitud de recetas caseras que se ofrecen en internet.

La alternativa de la leche de vaca tiene el inconveniente de que los bebés no la digieren fácilmente hasta después del primer año, y esa leche no contiene hierro suficiente para el crecimiento y desarrollo a esa edad.

Frente a la grave situación que atraviesan las familias con la alimentación de los infantes no está claro todavía qué tan pronto estará en funcionamiento la fábrica. También nos queda preguntarnos ¿Cuál fue la causa de la contaminación? ¿Los reguladores estadounidenses podrían haber aliviado la actual escasez de fórmula interviniendo antes? (Con información de EFE).