Manuel Ortiz

Alianza News

SAN JOSÉ.- Con pancartas en mano, algunas con la consigna Inmate Lives Matter (La vida de los presos importa), un centenar de personas se congregó en las afueras de la Cárcel Principal del Condado de Santa Clara para demandar a las autoridades un alto al racismo y la brutalidad policiaca, justicia para George Floyd, así como para expresar su apoyo a la huelga de hambre que iniciaron algunos prisioneros el 14 de agosto en este centro de reclusión.

“En muchas ocasiones, la policía arresta a las personas morenas y negras y, solo por su color, les da sentencias desproporcionadas e injustas”, dijo a Alianza News una mujer que se identificó como Juanita.

Juanita, quien cargaba una imagen impresa en cartón correspondiente a su esposo Martín Martínez, agregó: “Mi esposo está preso. Lo acusaron de ser pandillero y le dieron una sentencia de 18 años, pero él no pertenecía a ninguna pandilla, simplemente lo juzgaron por tener tatuajes”.

El mitin dio inicio con una ceremonia y danza prehispánica. Después, familiares de presos, miembros de la comunidad, abogados y activistas, hablaron frente al micrófono y coincidieron en que existe en todo el país, y Santa Clara no es la excepción, un encarcelamiento masivo aunado a una condición de brutalidad policiaca y persecución de activistas.

En entrevista para Alianza News, el abogado de oficio Sajid Kham, quien representa a algunos de los jóvenes reclusos en huelga de hambre, manifestó su solidaridad con ellos y los motivos que los llevaron a dicha acción los cuales son, según él, “terminar con el racismo sistemático y la brutalidad policiaca a través de leyes como la de los tres “strikes”.

Kham destacó que esta lucha “es una forma en los presos pueden hacer valer su dignidad y humanidad para de esta forma tener acceso a servicios básicos mientras permanecen en prisión, como teléfonos, espacios personales o procesos legítimos de denuncia. La acción de los presos dijo Kham, también permite visibilizar los abusos policiacos en el condado de Santa Clara y la necesidad de la rendición de cuentas por parte de estas autoridades.

En relación con la pandemia actual, Sajid apuntó que esta cárcel cuenta con una población estimada de 2 mil personas. “A pesar de que hubo una reducción en la población de presos, las condiciones de la cárcel son insalubres e inseguras en términos de distanciamiento social, lo que ha derivado en un brote de infecciones por COVID19 que podría poner en riesgo la salud de los huelguistas”.